“Educar para el trabajo es negocio”

El 24 y 25 de septiembre, Córdoba fue sede del VII Encuentro de Red Cimientos, que congregó a organizaciones de la sociedad civil (OSC) vinculadas al tema de la educación. Entre ellas, la Directora Ejecutiva de IDESA, Alejandra Torres, presentó su ponencia: “Educar para el trabajo es negocio”.

Torres habló sobre la situación actual de los jóvenes en el mercado laboral y las propuestas de una educación articulada con el sistema productivo para romper con el círculo de la pobreza.

De acuerdo con los datos relevados, existen más de 100.000 jóvenes entre 15 y  30 años que no estudian ni trabajan ni buscan trabajo. La generación de los “NiNi”, como los denominó, responde a un contexto nacional de falta de inserción laboral (20%),  al déficit de la educación (40% de los jóvenes desocupados entre 18 y 24 años no tienen el secundario completo) y  a la condición social (el 20% pertenece al sector más pobre de la población).

Asimismo, precisó que las causas del desempleo juvenil son: 1) la insuficiencia del crecimiento de la economía, 2) las altas expectativas de los jóvenes en relación al empleo esperado, 3) la falta de capacitación de los recursos humanos, 4) la rigidez del mercado de trabajo (en particular, con los costos de contratación) y 5) la profunda disociación de la escuela respecto al sistema productivo.

Para Torres, el crecimiento económico es una condición necesaria pero no suficiente para garantizar la plena ocupación. “La única vía de escape al círculo de la pobreza parece ser la educación orientada y articulada al trabajo productivo”, preciso y propuso tres pasos para lograrlo:

·  Incorporar contenidos teóricos-prácticos en las currículas de la educación media para motivar y descubrir actitudes y aptitudes en los estudiantes hacia las carreras relacionadas con la administración;

·  Otorgar un certificado habilitante para el mercado laboral;

·  Dar oportunidades para generar ingresos monetarios apenas concluida la secundaria.

A modo de ejemplo, habló de países que basan sus sistemas educativos en una vinculación estrecha de las escuelas con empresas y  como esto redunda en mejores tasas de empleo juvenil.

Por último, menciono problemáticas transversales que también afectan el desarrollo socioeducativo de los jóvenes argentinos, como son el consumo de sustancias psicóticas, la delincuencia juvenil, la violencia autoinflingida y el embarazo adolescente.