Informes Nacionales
La calidad de las instituciones determina la capacidad de progreso de un país. Los rankings de competitividad brindan indicios de cómo se posicionan las instituciones de cada país respecto al resto del mundo. Más allá de las limitaciones de estos indicadores, varias evaluaciones internacionales colocan a la Argentina en una posición muy rezagada y descendente. Esto confirma que aunque la Argentina disfruta de un contexto internacional muy favorable, en las cuestiones sustanciales sigue inmersa en un proceso de decadencia sistemática.
VERLos datos del INDEC señalan que, al ritmo al que crecen los empleos, recién en una década se podrán observar tasas de desempleo próximas al “pleno empleo”. El motivo es la muy baja capacidad de generación de empleo de la economía. Aun con un crecimiento de la actividad económica históricamente alto (superior al 8% anual), el empleo crece apenas al 1,3%, nivel que no alcanza ni para compensar el aumento demográfico. Para revertir las tendencias se requiere un profundo cambio de la política laboral y en la organización del sistema educativo.
VERAerolíneas Argentinas motivó el enojo presidencial y fuertes críticas de la oposición. La raíz de los inconvenientes no pasa por la desconsideración de los sindicatos –como sugiere el oficialismo– ni por la gestión poco profesional –como lo señala la oposición– sino por haber adoptado una estrategia equivocada. Contar con una “línea de bandera” no es un factor de progreso. Así lo demuestran los países que hace rato han logrado convertir a la industria aerocomercial en un consumo popular y masivo, factor de integración, gracias a concentrar los esfuerzos del Estado en aplicar una inteligente regulación sobre los operadores privados.
VERComo argumento para aminorar la agudización de los conflictos laborales se señala que hubo una importante mejora del salario real. Esto sólo puede ser sostenido si se le da credibilidad a los índices de precios del INDEC. Si se toman mediciones alternativas de inflación aparece que el salario real ha tenido un crecimiento modesto. Para que el contexto internacional inéditamente favorable se traduzca en mayores salarios reales es fundamental un cambio de paradigma en la política laboral. Hay que priorizar la generación masiva de nuevos empleos de calidad, en lugar de proteger la burocracia y la ligitiosidad.
VEREn la celebración del Día del Trabajador merece atención prioritaria el análisis de una gran cantidad de personas que tiene empleos de muy baja calidad. Más oculto, pero no menos preocupante, es que también hay muchas personas que no consiguen o ni siquiera buscan una ocupación. La paradoja es que las políticas laborales se proclaman en favor del trabajo, pero son la principal causa de la escasez de buenos empleos. Sin un cambio de paradigma en las políticas laborales, una gran cantidad de personas seguirá teniendo obstáculos para acceder al trabajo.
VERLos datos publicados por el INDEC sobre la incidencia de la pobreza y la indigencia han motivado múltiples reacciones en torno a las consecuencias de las manipulaciones sobre el sistema estadístico oficial. Esto opaca un hecho aun más importante: son claros los indicios de que no se están cumpliendo las expectativas alrededor de la Asignación por Hijo. Alcanzan los datos del INDEC para poner en evidencia que la indigencia dista de ser erradicada aun cuando se está invirtiendo una enorme cantidad de recursos para lograrlo. La razón es la baja calidad del diseño y la gestión del programa.
VERIncrementar la inversión en educación, hasta llegar al 6% del PBI, constituye uno de los ejes centrales de la política educativa del último lustro. La meta –fijada en la Ley de Financiamiento Educativo– ha sido cumplida. Pero la calidad de la educación sigue en declive. Las crecientes brechas con países vecinos son muy ilustrativas. Sumar recursos a un sistema mal organizado sirve para potenciar el derroche, pero no para mejorar los resultados. Para revertir este rotundo fracaso es fundamental establecer reglas que premien el esfuerzo y la excelencia.
VEREl récord de concentración de recursos fiscales en el nivel nacional no sólo violenta las instituciones federales sino que subestima la inteligencia de la gente del interior. Además es un factor clave para explicar porqué la Argentina está desaprovechando la gran oportunidad de generar un proceso sostenido de desarrollo social que se presenta gracias al inéditamente favorable contexto internacional. Mientras que las responsabilidades por la educación, salud pública, vivienda social, infraestructura, justicia y seguridad son de las provincias, los recursos fiscales se concentran en la Nación.
VERNo hay objetivo de política que reciba más adhesiones que una distribución del ingreso más igualitaria. Por eso, llama la atención la ansiedad del oficialismo y la oposición por atribuirse la “paternidad” de la elevación del mínimo no imponible de ganancias. Disminuir la incidencia del impuesto a las ganancias es una medida regresiva porque implica bajar la presión tributaria sobre los ingresos altos, mientras se mantiene muy elevada la carga sobre los ingresos bajos. Una reforma progresiva sería no tocar el impuesto a las ganancias y disminuir las cargas sociales.
VERPortugal se sumaría a los países de la zona del Euro que demandan un “salvataje”. El análisis superficial centra la causa del problema de Europa en la imposibilidad de devaluar. Sin embargo, el sustento de la prosperidad de un país reside en las instituciones que premian el esfuerzo, el intelecto y la creatividad, y que no toleran las ineficiencias, la corrupción y los privilegios. En esta perspectiva, resulta muy relevante que la Argentina presente niveles de calidad institucional muy por debajo de los países europeos en crisis.
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