Ni el default ni la salida del euro salvan a grecia. - IDESA

Informe Nº: 39512/11/2011

Ni el default ni la salida del euro salvan a grecia.

Usando analogías con el caso argentino, Paul Krugman sugirió que el default de la deuda pública puede ser la base para que Grecia salga de la crisis. Pasa por alto que en el caso argentino el proceso de recuperación estuvo motorizado por una fuerte caída de los salarios y las jubilaciones reales y un contexto […]

Usando analogías con el caso argentino, Paul Krugman sugirió que el default de la deuda pública puede ser la base para que Grecia salga de la crisis. Pasa por alto que en el caso argentino el proceso de recuperación estuvo motorizado por una fuerte caída de los salarios y las jubilaciones reales y un contexto internacional inéditamente favorable. De todas formas, la encrucijada de Grecia no pasa por el default o la salida del Euro sino por mejorar sustancialmente la competitividad eliminando privilegios, intereses corporativos, burocracia y corrupción.

 

El Premio Nobel de Economía, Paul Krugman, publicó en su blog del New York Times un gráfico del Producto Bruto Interno (PBI) per capita de la Argentina donde se observa el proceso conocido de caída sostenida en el nivel de actividad entre los años 1998 y 2001, la fuerte crisis en el año 2002 y luego una acelerada recuperación hasta el presente. Reflexionando sobre estas tendencias, Krugman se plantea (con ironía) “no veo porqué el default de Argentina puede ser visto como una lección admonitoria para Grecia”. El Premio Nobel sugiere que un default de la deuda soberana puede ser el comienzo de la recuperación económica de Grecia.
El análisis de Krugman no menciona otros factores decisivos de la recuperación argentina. Un rol central lo tuvo la mega devaluación del peso cuando se abandonó la convertibilidad. La devaluación benefició a las empresas a través de una profunda licuación de salarios reales lo que generó una enorme mejora en su rentabilidad. En igual sentido, el Estado licuó el valor real de los salarios públicos y las jubilaciones produciendo un importante excedente fiscal. En paralelo, jugó a favor el factor externo con una mejora sustancial en los términos del intercambio (precio de las exportaciones respecto al de las importaciones). Esto permitió compensar las restricciones financieras que sufrió el país como  consecuencias del default.
La información oficial muestra estos factores. Según el Ministerio de Economía de la Nación:

  • El salario real en el 2002 cayó un 39% respecto al promedio 1998 – 2001 y recién en el año 2010 se ubica un 14% por encima del promedio 1998 – 2001.
  • Las jubilaciones reales cayeron en el año 2002 un 40% respecto al promedio 1998 – 2001 y en el año 2010 todavía son un 17% inferior al promedio 1998 – 2001.
  • Los términos de intercambio pasaron de un nivel 100 en el promedio 1998 – 2001  a 137 en el 2010, o sea, un incremento de 37%.

Estos datos dan cuenta de que varios factores estuvieron involucrados en la recuperación del nivel de actividad económica de la Argentina, además del default. Particularmente importante fueron la  enorme licuación de salarios y jubilaciones reales, por el abandono de la convertibilidad, y el fuerte y persistente incremento en los términos del intercambio.
El default de Grecia es prácticamente un hecho. Sólo restaría definir los aspectos instrumentales (momento en que se adopta, si se aplica como una reprogramación voluntaria o unilateral, la intensidad de las pérdidas para los acreedores). Pero es exagerado esperar que esto se traduzca automáticamente en la recuperación económica. Tampoco es muy decisivo decidir entre seguir con el Euro –como recomiendan el FMI, el Banco Central Europeo y los países centrales de la zona liderados por Alemania– o abandonarlo como lo hizo la Argentina con la convertibilidad. En cualquiera de las dos alternativas, los costos sociales son muy altos en términos de  reducción de salarios y jubilaciones, y alto desempleo y recesión. Se pueden plantear diferencias de matices, pero las cuestiones sustanciales del desarrollo económico y social se definen en otros temas diferentes a la política cambiaria.
Para lograr altos niveles de vida para toda la población que sean económicamente sustentables es fundamental aumentar la productividad. O sea, ampliar las capacidades de la sociedad para generar riqueza. Esto depende de una variedad de factores estructurales: educación universal y de alta calidad, pujanza en materia de incorporación de tecnología e innovación, un sistema tributario eficiente y no distorsivo, funcionamiento transparente de los mercados con intervenciones del Estado a través de regulaciones procompetitivas, estricto control de la corrupción y un funcionamiento moderno y eficiente del sector público.
Grecia, al igual que la Argentina, tiene serias deficiencias en todos estos aspectos por eso ambos tienen un desempeño muy mediocre. Declarar el default o abandonar el Euro son temas de segundo orden de importancia. Los desafíos relevantes como determinantes de un proceso sustentable de desarrollo social pasan por mejorar la competitividad eliminando privilegios, intereses corporativos, burocracia, ineficiencias y corrupción.

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