Edulab en su primer informe trata una aspecto clave para dar inicio a sus estudios, y se titula: “La ineficiencia en la gestión educativa: ¿cuánto nos cuesta?”, donde se demuestra con datos concretos y estimaciones rigurosas el impacto que tiene una educación deficiente en el crecimiento económico, la recaudación fiscal y la cohesión social del país. El estudio afirma que Argentina destina más del 5% de su PBI a la educación, una cifra que supera el promedio regional. Sin embargo, los resultados de aprendizaje se deterioran y las brechas entre provincias y sectores sociales se profundizan.
La publicación revela que el 90% del gasto educativo se va en salarios, dejando escaso margen para infraestructura, innovación o formación docente. Y destaca un punto clave: el problema no es cuánto se gasta, sino cómo se gestiona.
Entre los datos más contundentes del informe:
- Una educación deficiente cuesta hasta el 22,7% del PBI per cápita, el equivalente a US$200.000 millones anuales.
- El abandono escolar y las bajas habilidades básicas reducen ingresos, productividad y recaudación, mientras aumentan el gasto público.
- Las consecuencias sociales incluyen mayor riesgo de embarazo adolescente, criminalidad y exclusión.
“A pesar de que siempre se puede invertir más, nuestro país hace un esfuerzo enorme en educación, pero sin una mejora en la gestión, ese esfuerzo no se traduce en resultados. No podemos seguir discutiendo sólo cuánto se invierte, sino sobre todo cómo y para qué se invierte” afirmó Virginia Giordano.

