Pobreza
La pobreza se mantiene alta. Más allá de la coyuntura, hay raíces estructurales. Una de ellas es la alta proporción de miembros que no trabajan. Por eso, es central que el gobierno nacional concentre esfuerzos en generar condiciones para incrementar el empleo en lugar de asumir roles asistenciales que le competen a las provincias.
VEREl crecimiento del gasto previsional es el principal factor de desestabilización de las cuentas públicas. Pretender bajar el déficit fiscal sin reformar las reglas del sistema jubilatorio es financieramente no sustentable y socialmente muy injusto porque implica seguir preservando tratos privilegiados y dobles coberturas.
VEREl INDEC informó que la pobreza está bajando. Para acelerar este proceso y hacerlo sostenible hay que seguir bajando la inflación. Por eso, la prioridad debería ser bajar el gasto publico eliminando programas nacionales que se superponen con roles locales y no seguir demorando la reforma previsional. (más…)
>La revisión al alza de las metas de inflación es un acto de sinceramiento pero también de resignación. El ritmo de gradualismo elegido para ordenar las cuentas públicas obliga a tolerar mayor inflación. Implica que los intereses de quienes se resisten a modernizar el Estado se imponen sobre las necesidades de los más débiles que seguirán pagando el desequilibrio fiscal con impuesto inflacionario. (más…)
VERSi bien la reestructuración del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos llevará mucho tiempo y esfuerzo, las inconsistencias en la recolección de información genera cierta confusión en un tema de alta sensibilidad en la Argentina, como lo es la pobreza.
VERLa desaceleración de la inflación se refleja también en un menor crecimiento de la canasta básica con que se mide la pobreza. Esto, más la incipiente recuperación de la producción, contribuyen a reducir la pobreza. Pero no alcanzan para eliminarla. Para lograr este objetivo es necesario sumar audacia, innovación y coordinación en el proceso de modernización de las instituciones educativas y laborales.
VERDar oportunidad a que todos los niños accedan en su infancia a cuidados de calidad y a todas las mujeres a un empleo formal es un requisito indispensable para promover el progreso social. Esto no se logra obligando, como lo dispuso un fallo judicial, a que las empresas se hagan cargo de las guarderías de los hijos de sus empleadas. Es el Estado el que debe garantizar el acceso a servicios de alta calidad de cuidado de la infancia priorizando a los hogares de menores ingresos.
VERLos sindicatos presionan para lograr incrementos en las remuneraciones de los asalariados registrados. Aunque se argumente un interés social, estas políticas profundizan la pobreza. La razón es que los beneficios aumentan los costos laborales impactando sobre los precios de los bienes y servicios de la canasta básica, mientras que la mayoría de las familias pobres no reciben los beneficios porque sus ingresos se generan en el trabajo informal.
VEREl retorno de la medición de la pobreza y la indigencia confirman que mucha gente sufre privaciones materiales. El dato debería motivar autocrítica, especialmente en torno a la sobreestimación de los impactos que se esperaban del asistencialismo. Limitándose a repartir dinero no se logrará erradicar la indigencia ni mucho menos la pobreza. Además de ayuda social, se necesita estabilidad de precios, maternidad responsable y facilitar la inserción laboral de las mujeres.
VERAumenta la preocupación por la perseverancia de la pobreza. Se trata de un fenómeno que responde a factores estructurales donde se destacan la insuficiencia de empleos de calidad y la ausencia de servicios e infraestructura básica. Menos mencionado pero no menos importante es la aplicación de políticas públicas que desalientan entre las jóvenes la educación, la maternidad responsable y, asociado a ello, su inserción laboral.
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