Presupuesto
Desde la crisis del 2002, la Nación viene destinando una importante cantidad de recursos a planes alimentarios, sin resultados positivos. El Plan Argentina Contra el Hambre no presenta elementos originales. Por eso tiene el fracaso asegurado más allá de los réditos políticos que puedan capitalizar sus ejecutores. (más…)
VERLa pobreza se mantiene alta. Más allá de la coyuntura, hay raíces estructurales. Una de ellas es la alta proporción de miembros que no trabajan. Por eso, es central que el gobierno nacional concentre esfuerzos en generar condiciones para incrementar el empleo en lugar de asumir roles asistenciales que le competen a las provincias.
VERLa tragedia de la escuela que explotó por un escape de gas es consecuencia de una gestión rudimentaria. Los salarios dejan poco espacio para insumos y reparaciones que, además, se administran centralizadamente. Es necesario profesionalizar y empoderar a los directores como actores claves de la gestión educativa. (más…)
VERAunque se siguieron aumentando los impuestos, la recaudación apenas creció al ritmo de la inflación. Como el incremento de impuestos no alcanzó para financiar el aumento del gasto público, con decretos de necesidad y urgencia se apeló a los fondos de la ANSES y el Banco Central. Esto refleja un serio desequilibrio de las cuentas públicas, pero también un grave deterioro institucional ya que parte importante de estos recursos se dilapidan en clientelismo con planes sociales y empleo público, subsidios a empresas públicas y privadas, propaganda oficial y discrecionalidad en las transferencias para someter a gobernadores e intendentes.
VERUno de los componentes más importantes del Presupuesto Nacional para el año 2013 es el referido a las empresas públicas. Un rasgo significativo es que se mantiene un muy bajo nivel de transparencia en la gestión de esta parte del Estado y enormes desequilibrios que son cubiertos con fondos del Tesoro. La principal novedad es que se incluyen exenciones impositivas a Aerolíneas Argentinas. Sorprende la manera en que se reproducen los mismos errores que llevaron a la crisis terminal de las empresas públicas en la década de los ‘80.
VEREl conflicto en torno a Gendarmería y Prefectura delata impericia en la gestión y el agotamiento de un modelo de organización basado en la superposición de acciones entre la Nación y las provincias. Esto induce una masiva dilapidación de recursos que necesariamente terminan en ajustes. Prueba de ello es que en el proyecto de Presupuesto 2013 elevado al Congreso Nacional, las partidas para estas dos fuerzas de seguridad crecen apenas 2,3%, cuando la estimación de inflación oficial es del 11,2%. Esta crisis es otro testimonio de la urgente necesidad de replantear la organización del sector público bajo el modelo federal que impone la Constitución.
VEREl proyecto de Presupuesto 2013 es cuestionado por basarse en las estadísticas oficiales manipuladas. Dejando de lado este tipo de controversia, el proyecto delata que la inflación ha pasado a ser un problema central para el fisco. Aunque el aumento de precios siga generando crecimiento nominal de la recaudación, no llega a compensar el impacto que la inflación tiene como factor de expansión del gasto público a través de la indexación de jubilaciones y salarios de los empleados públicos. La inflación se ha convertido en un factor de expansión autónoma del gasto público y, con ello, de insolvencia fiscal.
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