Tarifas
La tragedia de Once es un hecho previsible en el marco de las deficientes políticas públicas que se vienen aplicando. El Gobierno priorizó el congelamiento de la tarifa, para lo cual se concentró en distribuir discrecionalmente subsidios y relajó los controles. El resultado obvio es que las empresas concesionarias priorizaron congraciarse con los funcionarios que administran los subsidios y descuidaron la calidad y la seguridad de los servicios. Para no repetir errores, es imprescindible sincerar tarifas, focalizar los susidios en las familias más humildes y reconstruir el sector público para que regule y controle con profesionalidad y objetividad.
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