Informe Nº: 06/04/2025
Milei dijo que los isleños querrán ser argentinos cuando seamos potencia. Pero, con este irracional sistema de muchos impuestos superpuestos cuya recaudación se reparte arbitrariamente con la coparticipación, nunca seremos potencia y ni loco los isleños van a querer ser argentinos.
Por Jorge Colina, Presidente de IDESA
Lo primero es que la agencia de recaudación de impuestos de la isla dejaría de funcionar. Es la FIGTO (Falkland Islands Government Taxation Office) conformada, según su página web, por 11 empleados: un jefe de impuestos a los ingresos personales, un jefe de impuesto a las ganancias de las empresas, ocho empleados administrativos y un recepcionista.
Los impuestos de la isla pasarían a ser cobrados por ARCA (Agencia de Recaudación y Control Aduanero) de Argentina con 20.000 empleados. O sea, la cosa promete que se va a poner burocrática (o sea, van a tener que contratarse un contador, argento, porque isleño no va a andar).
Luego, ellos tenían hasta antes de su incorporación a la Argentina dos impuestos: a los ingresos personales y las ganancias de las empresas. Ahora van a tener aportes personales a ANSES, PAMI y obra social más el impuesto a los ingresos personales; la empresa va a tener contribuciones patronales a ANSES y PAMI, obra social y a la ART más el impuesto a las ganancias de las empresas.
¡Ah! También van a tener que hacer aportes y contribuciones obligatorias a los sindicatos. Las empresas van a tener que pagar aportes sindicales a SIMAPE (Sindicato Marítimo de Pesca), al sindicato de Comercio, al sindicato de Camioneros, al sindicato de la Construcción y así.
También van a tener que pagar impuesto al cheque, impuesto a los bienes personales (a la riqueza) pagando adelantos de este impuesto al ARCA, aunque te hayan rematado la casa y no tengas más la riqueza.
También van a tener que pagar el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Y viene lo peor. Los isleños no conocen el impuesto a los Ingresos Brutos provincial. Sin que les digan “agua va”, van a empezar a sufrir retenciones por SIRCREB en los depósitos bancarios, por SIRTAC en las ventas por tarjeta de crédito y por SIRCUPA en las ventas con pago por celular.
Los isleños se van a quejar de la que isla no tiene Ingresos Brutos. Desde la Comisión Arbitral (ComArb) le van a responder que las otras provincias argentinas sí tienen Ingresos Brutos, así que, a partir de ahora, les harán retenciones de SIRCREB, SIRTAC y SIRCUPA. A la isla no le va a quedar otra que generar su propio Ingresos Brutos para no ser menos. Así la isla va tomando fisonomía de una verdadera provincia argentina.
El que va a estar contento va a ser el intendente de Puerto Stanley porque va a poder tener su propio impuesto: va a poder crear y administrar su propia tasa de Industria y Comercio.
Los tipos van a pensar: “Vivíamos tranquilos pagando solo dos impuestos, con una agencia tributaria de 11 empleados y quedándonos con el total de la recaudación impositiva”.
Ahora, por ser provincia argentina, tenemos que pagar:
Pero la cosa no termina en la mayor burocracia y la multiplicación de impuestos.
Lo más lindo va a venir cuando los isleños se enteren a dónde va a parar la guita de sus impuestos.
Por cada 100 libras malvineses que los isleños generan de impuestos, 65 libras se los va a quedar el Estado nacional de Argentina y las otras 35 libras se las van a repartir entre todas las provincias argentinas.
Lo primero que van a preguntar los isleños es: “Escuchame, ¿a nosotros cuánto nos toca?”.
La respuesta será: “En teoría, nada. Porque las reglas de distribución de impuestos son fijas, fijadas en 1987 y nunca más cambiadas. Coparticipación, le llamamos aquí en Argentina”.
El estupor de los isleños va a ser mayúsculo.
Pero -como todos queremos que las Islas Malvinas sean argentinas- haremos una excepción, así como hicimos con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuando subió al rango de provincia en 1994.
Desde la parte que le toca al Estado nacional (porque las provincias son muy patriotas, pero no te ceden un peso de la coparticipación) les vamos a dar 1% del total repartido.
Lo primero que van a decir los isleños es: “Escucháme una cosa: antes de ser provincia argentina teníamos el 100% de la recaudación impositiva, ahora, por ser provincia argentina nos toca solo el 1%. No conviene ser provincia argentina”.
Cuando el gobernador le vaya a contar a los isleños que esta es la forma distribuir los impuestos en Argentina, gracias a la coparticipación, lo van querer cascar.
El presidente Javier Milei dijo que los isleños querrán ser argentinos cuando seamos potencia. El tema es que con este irracional sistema tributario (de muchos impuestos superpuestos cuya recaudación se reparte fija y arbitrariamente con la coparticipación) nunca seremos potencia y ni loco los isleños van a querer ser argentinos.
Fuente: El economista