Asignación universal por hijo
A pesar de que se siguen usando fondos públicos para cubrir sus déficits, Aerolíneas Argentinas nuevamente fue paralizada por sus empleados. En lugar de subsidiar un servicio que usan personas de altos ingresos, hubiera sido socialmente mucho más provechoso destinar esos recursos a reforzar el apoyo a la infancia. (más…)
VEREl retorno de la medición de la pobreza y la indigencia confirman que mucha gente sufre privaciones materiales. El dato debería motivar autocrítica, especialmente en torno a la sobreestimación de los impactos que se esperaban del asistencialismo. Limitándose a repartir dinero no se logrará erradicar la indigencia ni mucho menos la pobreza. Además de ayuda social, se necesita estabilidad de precios, maternidad responsable y facilitar la inserción laboral de las mujeres.
VEREl debate parlamentario es la oportunidad para corregir los defectos de la Asignación Universal por Hijo. Esto permitiría transformarla desde un programa asistencial tradicional, similar a lo que en su momento fue el Plan Jefes, a una herramienta de promoción social. Para eso es clave establecer mecanismos más modernos de monitoreo de los controles de salud y escolaridad, y premiar la incorporación de la madre al mercado laboral y los logros escolares.
VERLa Asignación Universal por Hijo es la política de protección social que reúne los mayores consensos. Sin embargo, para que sea efectiva ella debe articularse con acciones institucionales que apunten al cuidado de la primera infancia. Por un lado, porque el combate a la pobreza requiere de la activación laboral de todos los integrantes de los hogares pobres en edad activa y, por otro lado, porque es fundamental mejorar la atención y la estimulación temprana de los niños en situación de vulnerabilidad. En el presente número de Empleo y Desarrollo Social se ofrecen algunas ideas para institucionalizar un sistema de cuidados para la primera infancia que beneficie en forma particular a las familias en situación de pobreza.
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Un programa de capacitación laboral en República Dominicana redujo en un 20% los nacimientos de jóvenes adolescentes. Ofreciendo oportunidades de progreso y elevando la autoestima, se mejoran las expectativas y así se evitan decisiones apresuradas respecto a la maternidad. Este es el tipo de acción con que se debería acompañar a la Asignación Universal por Hijo para que opere como una herramienta de promoción social y no se degrade al mero asistencialismo.
VERTener un hijo a temprana edad conlleva altos riesgos sanitarios y sociales. Al poner trabas a las posibilidades de progreso individual de las madres aumenta las probabilidades de la dependencia del asistencialismo estatal y del sostenimiento económico del varón. Prevenir la maternidad temprana es una manera de promover oportunidades de desarrollo personal entre las mujeres pobres y, por esa vía, combatir la violencia de género. Un punto clave es un diseño más inteligente de la Asignación Universal por Hijo.
VERLa AUH goza de amplios consensos pero, según datos oficiales, luego de cuatro años de implementada está lejos de haber logrado los resultados esperados. La reducción en la deserción escolar es modesta y no está concentrada entre los hogares beneficiarios del subsidio. El problema no se origina en su concepción sino en la vetusta gestión que aplica la ANSES. La solución comienza por descentralizar el control de condicionalidades de la AUH en las provincias que son las responsables de administrar las escuelas.
VERLa política que mayor aceptación convoca es la Asignación Universal por Hijo. El oficialismo la reivindica como un gran logro y la oposición no presenta críticas, salvo formalidades como que no fue aprobada por ley sino por decreto. Ambos pasan por alto que, debido a su rudimentario diseño, probablemente esté promoviendo la reproducción intergeneracional de la pobreza más que un proceso sostenido de inclusión social. Las experiencias acumuladas localmente y de otros países sugieren que hay elementos de diseño y gestión que se deberían mejorar.
VEREl proyecto de presupuesto 2012 mantiene las debilidades técnicas y la falta de transparencia que caracteriza a la administración fiscal de los últimos años. Sin perjuicio de esto, alcanza para explicitar que no está en los planes del gobierno corregir el descontrol y la falta de racionalidad de los subsidios a empresas públicas y privadas. Se sigue priorizando este regresivo mecanismo que potencia la corrupción, el centralismo y la redistribución regresiva del ingreso, incluso en desmedro de una de las principales acciones asistenciales establecida por el Gobierno y compartida por la población, como la Asignación Universal por Hijo.
VERLa crisis que azota a varios países desarrollados está asociada a una insostenible brecha entre los ingresos públicos y los gastos que demanda el Estado. En el caso de Argentina se argumenta que los riesgos de crisis son bajos porque la situación fiscal sería sólida. Sin embargo, alcanza con computar los pasivos previsionales no registrados para desnudar una situación muy precaria. La principal diferencia con los países desarrollados es que en la Argentina la falta de institucionalidad permite esconder estos desequilibrios difiriendo sus consecuencias al futuro.
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