Asistencialismo
Este año IDESA cumple 20 años dedicados a la producción de análisis y propuestas de políticas públicas. Uno de los temas más abordados, por su decisiva importancia como factor determinante de la dinámica social, es el mercado laboral. El aniversario es una buena instancia para reflexionar sobre las tendencias de largo plazo que se observan en el mercado de trabajo.
Los partidos de la oposición se alinearon para aprobar en el Senado un proyecto de ley que implica multiplicar los planes asistenciales. La iniciativa pareciera ignorar que el presupuesto para el año próximo ya contempla que un cuarto de los ingresos públicos se asigne a esta función. Pero lo más criticable es la tozuda apelación al asistencialismo tradicional en lugar de aportar ideas que ayuden a encontrar soluciones estructurales a los problemas sociales.
VERLos datos oficiales señalan que mucha gente vive con ingresos magros. El fenómeno está asociado a que los programas asistenciales no llegan a compensar las consecuencias de la alta inactividad laboral. Esta debilidad alerta sobre los costos sociales de seguir apostando al continuismo del desequilibrio fiscal y la falta de competitividad ya que ambas llevarán a la devaluación y a la aceleración de la inflación. La alternativa es abordar con responsabilidad y profesionalismo una profunda revisión y modernización del sector público.
VERA diferencia de lo que se observa en países vecinos, en la Argentina la bonanza económica de la última década fue acompañada de una mayor proporción de gente que no participa del mercado laboral. Una de las principales razones del aumento en la inactividad laboral es el énfasis de las políticas públicas puesto en el asistencialismo en lugar de generar oportunidades para que la gente sea artífice de su propio progreso en base a un empleo productivo.
La mitad de los adolescentes no termina la secundaria a tiempo y la calidad de la educación recibida es mediocre. Consistente con ello, un 55% de los jóvenes menores de 24 años sufre severos problemas de empleo. Con la finalidad de atacar este problema el Progresar contempla subsidiar a los jóvenes entre 18 y 24 años pertenecientes a los hogares más pobres para que continúen sus estudios. Tal como está diseñado, más que solucionar los problemas existentes, el programa tenderá a promover el asistencialismo. Para combatir la discriminación laboral que sufren los jóvenes es mucho más efectivo mejorar la calidad y la pertinencia de la educación y eliminar trabas que desalientan la contratación de jóvenes. En este número de Empleo y Desarrollo Social se presentan propuestas de políticas públicas en esta dirección.
>Tener un hijo a temprana edad conlleva altos riesgos sanitarios y sociales. Al poner trabas a las posibilidades de progreso individual de las madres aumenta las probabilidades de la dependencia del asistencialismo estatal y del sostenimiento económico del varón. Prevenir la maternidad temprana es una manera de promover oportunidades de desarrollo personal entre las mujeres pobres y, por esa vía, combatir la violencia de género. Un punto clave es un diseño más inteligente de la Asignación Universal por Hijo.
VERLa maternidad temprana no sólo condiciona la calidad de vida de la madre joven sino que, además, aumenta las probabilidades de que sus hijos abandonen la escuela. Esto convierte a la maternidad temprana en un poderoso factor de reproducción intergeneracional de la pobreza. La Asignación Universal por Hijo, al establecer que los niños son la puerta de ingreso al asistencialismo, induce, junto con otros factores, a la maternidad temprana. Por esto, es fundamental una revisión crítica de la Asignación Universal por Hijo fortaleciendo su rol como generador de capital humano en lugar de operar como incentivo no deseado a la maternidad juvenil.
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