Desempleo
A diferencia de lo que se observa en países vecinos, en la Argentina la bonanza económica de la última década fue acompañada de una mayor proporción de gente que no participa del mercado laboral. Una de las principales razones del aumento en la inactividad laboral es el énfasis de las políticas públicas puesto en el asistencialismo en lugar de generar oportunidades para que la gente sea artífice de su propio progreso en base a un empleo productivo.
La mitad de los adolescentes no termina la secundaria a tiempo y la calidad de la educación recibida es mediocre. Consistente con ello, un 55% de los jóvenes menores de 24 años sufre severos problemas de empleo. Con la finalidad de atacar este problema el Progresar contempla subsidiar a los jóvenes entre 18 y 24 años pertenecientes a los hogares más pobres para que continúen sus estudios. Tal como está diseñado, más que solucionar los problemas existentes, el programa tenderá a promover el asistencialismo. Para combatir la discriminación laboral que sufren los jóvenes es mucho más efectivo mejorar la calidad y la pertinencia de la educación y eliminar trabas que desalientan la contratación de jóvenes. En este número de Empleo y Desarrollo Social se presentan propuestas de políticas públicas en esta dirección.
>En el año 2014 la mayor parte del crecimiento de la población en edad de trabajar permaneció en la inactividad o se insertó como empleado público. Por ello, la falta de oportunidades laborales no se manifiesta en crecimiento del desempleo abierto. El riesgo es que se subestime la dimensión de los problemas acumulados y la trascendental importancia de avanzar en una profunda y necesaria reforma de las instituciones educativas, laborales y de los programas asistenciales.
VERSe consolida el aletargamiento del contexto internacional que en la década pasada fue muy favorable para América del Sur. Esto implica que se enfrentan condiciones menos propicias para el crecimiento económico y más dificultades para crear empleos. Los desafíos ahora son mayores para los países que menos aprovecharon la bonanza internacional debido a la baja calidad de sus políticas laborales. Este es el caso de la Argentina.
VERLos datos recientemente publicados por el INDEC están alertando sobre nuevas manifestaciones de problemas de empleo. Mientras cae la proporción de asalariados que trabajan “en negro”, aumenta el cuentapropismo, una forma de inserción laboral mayormente informal. De esta forma, la informalidad no se está reduciendo sino que cambia su composición. Se trata de problemas endémicos que no se revierten sólo con crecimiento económico sino que requieren de una profunda reforma de las instituciones laborales y mejoras en la calidad educativa.
VEREl INDEC reportó que la desocupación aumentó y la participación laboral cayó. Las autoridades económicas argumentan que el incremento de la tasa de desempleo no es importante y que no son claros los motivos detrás de la caída en la tasa de participación. Sin embargo, la comparación con países vecinos sugiere que la Argentina sufre una severa carencia de empleos. Para revertir esta situación se necesita no sólo reactivar la producción sino también replantear las políticas vigentes que desalientan la creación de empleos y promueven la inactividad laboral.
VERLa información oficial del INDEC alerta sobre un creciente deterioro de los indicadores laborales. Esto no se exterioriza en un aumento de la tasa de desempleo abierto sino en una creciente proporción de personas en edad activa que deciden retirarse del mercado de trabajo. El fenómeno se explica por la falta de oportunidades laborales debido a la escasa creación de empleos de calidad. Por eso, más importante que el conflicto con los fondos “buitres” es rectificar las políticas públicas que sofocan la productividad y la generación de empleos de calidad.
VERLa sanción de la ley de agravación de penas por no registración laboral y reducción de cargas sociales reconoce que los avance en formalización laboral en Argentina son tímidos. Uruguay, en cambio, logró bajar la incidencia del empleo no registrado de manera mucho más acelerada. La principal diferencia es que en Uruguay formalizarse cuesta menos y reditúa más, tanto a los trabajadores como a las empresas.
VERAnte el estancamiento en la producción, los empleos de baja calidad son el principal paliativo al que accede la gente frente a la insuficiente generación de empleos asalariados registrados en el sector privado. Esta es la consecuencia de instituciones laborales rudimentarias que basan la protección del trabajador en la agudización de los castigos a los empleadores y el abandono del rol del Estado en la construcción y administración de una efectiva red de protección social.
VEREl 1º de Mayo es una ocasión propicia para reivindicar el trabajo y asumir con autocrítica que, más allá de las declamaciones, todavía son mayoría las personas en edad de trabajar que tienen vedada la oportunidad de acceder a un empleo de calidad. Esta es la consecuencia de perseverar durante décadas con regulaciones laborales que desalientan la generación de empleos. Ante la contundencia del fracaso se necesita un cambio de paradigma en la concepción de las instituciones laborales en lugar de reiterar viejas recetas.
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