Informe Nº: 22/06/2025
La economía creció, el salario real subió y el empleo también. Sin embargo, la informalidad laboral se dispara y la sensación de malestar social no cede.
El ajuste económico fue duro. En el 2024, en el 1° trimestre la economía cayó un 5%, en el 2° y 3° trimestre un 2%, respectivamente, luego recuperó un 2% en el 4° trimestre 2024 y en el 1° trimestre 2025 habría crecido un 6%. En el balance, la economía está un 2% por encima de 4° trimestre 2023 que sería la línea de base del presidente Milei.
La inflación desde la línea de base (4° trimestre 2023) al 1° trimestre 2025 fue de 175% y el salario formal subió 183%, por lo que el salario real, subió apenas 2%. Entonces, la economía creció 2% y el salario real 2%.
Según los recientes datos del Indec, combinados con datos de la Secretaría de Trabajo de la Nación, aparece que el empleo total también creció un 2%.
Lo primero que se pregunta el lector es: ¿Cómo puede ser que crezca la economía, el salario real y el empleo, cuando uno observa que la gente se queja porque no tiene trabajo o no llega a fin de mes?
Lo que cabría esperar, según el humor social, es que la tasa de desempleo vuele por los aires.
Bueno, no. La tasa de desempleo en el 1° trimestre 2025 fue de 7,9%. Poco más alta que la del 1° trimestre 2024 que fue 7,4%. La línea de base del presidente fue 5,7% en el 4° trimestre 2023. La actual es más alta. Pero no mucho más alta. No hay tasas de desempleo de 2 dígitos. Ni la habrá.
Bueno, pero es como que la tasa de desempleo no se condice con el humor social.
Algunos analistas políticos opinaban que mucha gente fue a la marcha por Cristina Kirchner por la simpatía con ella, por la supuesta injusticia que se habría cometido con su condena, pero también porque la gente -especialmente “la de abajo”- no la está pasando bien.
Esta pasando que la tasa de desempleo pasó de moda. La moda ahora es la informalidad.
Es cierto que hay más de 1,5 millones de personas urbanas que se declaran desempleadas. Esto es, no tiene trabajo y buscan activamente uno, sin encontrarlo.
Pero hay 10 millones que tienen laburo, pero no les alcanza para llegar a fin de mes. De estos, 2,5 millones están en el Monotributo como principal fuente de empleo (no es que es un asalariado en blanco que factura en segundos curritos). Otros 2,5 millones son cuentapropista en negro directo (o sea, no están inscripto en el Monotributo). Los restantes 5 millones son asalariados en negro directo (le pagan en el bolsillo cuando van a laburar; si faltan, no cobran).
Estos no son desocupados. Tiene trabajo, pero son informales.
Lo que pasó en e 1° trimestre 2025 que todos los empleos netos creados fueron cuentapropistas en negro (no registrados en el Monotributo). O sea informales.
Estos laburantes no ganan salarios formales, sino que tiene ingresos que dependen estrechamente de la cantidad de horas que laburen. Entonces, el 2% de aumento de salario real muchas veces no les aplica. Pueden estar obteniendo más remuneración, pero es porque están trabajando más horas para poder juntar unos mangos más.
Por el lado de los formales, son otros 10 millones. Los asalariados en blanco en empresas privadas son cerca de 6,5 millones que están estables y tienen remuneraciones razonables, pero no ven mejorar su situación; agradecen que no empeoran. Los empleados públicos son otros 3,5 millones que tienen sus salarios licuados -para contribuir al superávit fiscal- y terminan agradeciendo que por lo menos mantuvieron el laburo.
En el fondo, laburo hay. Pasa que no terminan de ser buenos laburos que permitan a la mayoría de la gente prosperar.
Para que los laburos sean buenos y la gente sienta que laburar vale la pena en términos de que permite progresar, la economía tiene que mejorar mucho. Tiene que crecer y ser muy productiva. Esto es, que cada vez se produzca más con la misma cantidad de horas (y mejor sería con menos horas) trabajadas.
Esto solo se logra con una economía ordenada y competitiva. Que atraiga muchas inversiones físicas y tecnológicas, un sistema educativo que permita a las familias acumular mucho capital humano en sus hijos y un sistema financiero que permita hacer rendir productivamente y con seguridad los ahorros familiares.
Esta sería una economía que crece. Para que haya muchos buenos empleos debería haber una legislación laboral moderna, donde dar empleo en blanco no tenga una sobrecarga impositiva abusiva y fundamentalmente que no sea un riesgo; y donde sindicatos obsoletos no le impongan al que da laburo en blanco convenios colectivos de las décadas de 1970 y 1980.
Hay que bajar la desocupación. Pero mucho más importante y urgente es mejorar la calidad de los empleos. Para ello hace falta avanzar en el decálogo que propone el Acta de Mayo.
Por Jorge Colina
Fuente: El economista