Informe Nº: 30/06/2023
Es habitual tener que hacer largas filas para atenderse en los hospitales públicos, o esperar meses para obtener un turno, o incluso que falten insumos médicos. Estos son indicios de que algo no está funcionando correctamente…
Para confirmar esto, sólo hace falta revisar diarios locales que muestran estas problemáticas:
La odisea de atenderse en un hospital pública de la Ciudad
Largas filas en el Hospital San Roque para conseguir turnos
El sistema de salud argentino es mixto en todas sus dimensiones. La gran mayoría de los médicos trabaja tanto en hospitales públicos como en clínicas privadas o consultorios propios. Hay más establecimientos privados que públicos pero más camas por hospital público que por institución privada, ya que la cantidad total de camas se reparte en similar proporción entre el sector público y el privado, como lo indica el informe #19 de Adecra+Cedim. Además, el gasto también se reparte en porcentajes similares.
¿Cuál es entonces la gran diferencia entre la salud pública y la privada? La diferencia es que los recursos tienden a ser más abundantes en el sector estatal pero con visibles déficits de gestión: esto se refleja, por ejemplo, en largas filas de espera, en turnos cancelados o con meses de demora, y en un bajo control del stock de insumos médicos.
El sector de la medicina privada, por su parte, tiene la capacidad de gestión, pero sus recursos son cada vez más escasos. Se calcula que los precios de las prepagas y los prestadores médicos privados están en un nivel real que es entre un 25% y 30% del que tenían hace 3 años.
¿Cómo podemos armonizar ambos sistemas? Un primer paso sería combinar los hospitales públicos con gestión privada. La administración de los hospitales públicos estaría a cargo de empresas de gestión de la medicina privada con probada experiencia y buenos resultados.
Esto ya fue implementado en una provincia. Con un llamado a licitación pública, el Ministerio de Salud de Salta otorgó al sector privado la concesión administrativa y el gerenciamiento del Nuevo Hospital El Milagro.
De esta forma, se garantiza el acceso a la salud pública, porque los hospitales públicos seguirán siendo estatales y los trabajadores seguirán siendo empleados públicos, pero además se garantizará salud de calidad, porque existirá un serio control del manejo de los fondos y del desempeño del personal de salud.
