Informe Nº: 01/09/2021
A pesar de que la educación secundaria en Argentina es obligatoria desde el año 2006 y su importancia es fundamental para la formación de los jóvenes, el sistema educativo argentino tiene grandes falencias que repercuten fuertemente no solo en la continuidad de los estudios universitarios sino también en la inserción laboral de los jóvenes.
Algunos indicadores que reflejan el estado actual de la educación secundaria son: la tasa de promoción, repitencia y deserción de los estudiantes publicados por el Ministerio de Educación de la Nación.
Para el año previo a la pandemia se observa que:
1. El 80% de los estudiantes pasaban de año
2. El 10% de los alumnos repite al menos un año
3. El 9% directamente abandona sus estudios.
Si se analizan las tasas de egreso: Sólo el 54 % de los estudiantes egresa y solo el 29% lo hace a término.
Es probable que estos indicadores se hayan visto fuertemente afectados durante el año 2020, por la pandemia, ya que algunos jóvenes no han podido seguir su educación de manera virtual o han tenido que abandonar la escuela para insertarse en el mercado laboral.
En cuanto a la calidad de la educación secundaria, las pruebas APRENDER, como mecanismo de evaluación del nivel de los estudiantes muestran que:
En matemáticas, el casi el 75% de los jóvenes se encuentra por un nivel debajo del básico y el básico, mientras que en lengua la performance es mejor y el 40% se encuentra en esos niveles.
Los datos demuestran que el sistema educativo no solo no consigue retener a los jóvenes y que los mismos se egresen sino también tiene grandes falencias en la calidad de los contenidos. La conjunción de estas dos cuestiones genera que:
En consecuencia, Idesa propone: