El impacto del confinamiento en las mujeres - IDESA

Informe Nº: 08/03/2021

El impacto del confinamiento en las mujeres

El confinamiento y el teletrabajo ocasionado por la pandemia han obligado no solo a reconfigurar la organización de la oficina, sino también la familiar. Actualmente los progenitores no solo cuidan y educan, sino que además son cuidadores tiempo completo, profesores, cocineros, entre innumerables tareas.

La pregunta que surge es: ¿Cómo ha afectado el confinamiento a los roles de género?

En primer lugar, el confinamiento vino a demostrar lo esencial que son estas tareas de cuidado en la vida cotidiana como así en la economía.

El problema surge en que el aumento de tareas domésticas ha recaído asimétricamente en las mujeres. De acuerdo a la consultora Grow, las mujeres dedican en pandemia más de 10 horas a las tareas domésticas no remuneradas, contra casi 7 horas los hombres.

De los hogares con dos miembros o más que incrementaron el tiempo dedicado a las tareas de limpieza, preparación de alimentos y compras, en el 64,1% de los casos son las mujeres quienes realizan el mayor esfuerzo. En el 20,1% ese lugar corresponde a los varones, observándose una distribución equitativa solo para el 15,1% del universo.

La contra cara es una disminución del tiempo que las mujeres le dedican al trabajo remunerado.

La organización del tiempo dedicado al trabajo y a las responsabilidades familiares y del hogar está fuertemente sesgada por el género. Ante un aumento de las responsabilidades en el hogar, ha disminuido la participación de la mujer en el mercado del trabajo, así como en los ingresos de la unidad familiar.

Un estudio llevado a cabo en España demuestra que la única solución que han tenido las mujeres para llevar a cabo todas las responsabilidades durante el confinamiento ha sido la renuncia al empleo o la reducción de horas de trabajo. Según este estudio, una de cada cuatro mujeres (22%) ha renunciado a todo o a parte de su trabajo para cuidar de los hijos e hijas durante el último año.

El confinamiento ha significado una perpetuación de los roles de género tradicionales (padre proveedor vs madre cuidadora). Para peor la conjunción entre trabajo desde casa y cuidado de los hijos ha recaído en mayor parte sobre la mujer. No obstante, la herramienta del teletrabajo ha permitido que las mujeres no se aparten completamente del mercado laboral. Sin embargo, medidas como un confinamiento estricto prolongado pueden entorpecer el desarrollo laboral desde los hogares.

Es por eso que desde IDESA identificamos algunas propuestas de política que pueden favorecer el desarrollo profesional de las mujeres en el contexto vigente

  1. Priorizar la entrega de transferencias directas y ayudas sociales a madres cuidadoras.
  2. Además del regreso a las escuelas, es necesario fortalecer las redes de cuidados actuales, para contener niños fuera de las edades escolares. Esto tiene un doble efecto sobre las mujeres: mientras que ayudan a mermar la carga de las madres, se trata de sectores altamente demandantes de empleo femenino.
  3. Flexibilización y reducción de la jornada laboral en personas con responsabilidades de cuidados.
  4. Teletrabajo opcional cuando: el puesto lo permita, la escuela esté cerrada o el niño esté aislado por caso sospechoso.
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