Mientras que Aportes Personales carga un 17% sobre todos los sueldos brutos, el Impuesto a las Ganancias sigue un esquema progresivo. Es decir, la gente de mayor nivel de ingresos paga proporcionalmente más. Hay un primer nivel de ingresos que no es alcanzado, que se llama mínimo no imponible, a partir del cual se fijan escalas que cargan un porcentaje creciente de alícuotas sobre los ingresos. Actualmente pagan el impuesto a las Ganancias los sueldos mayores a $ 75.000 para un trabajador soltero. Los trabajadores con cargas de familia pagan a partir de un monto mayor.
El proyecto
El punto central del nuevo proyecto es que hará que el impuesto a las ganancias se pague a partir de los $150 mil de ganancias. Para los salarios que se ubiquen entre $150 y $173 mil se suavizaran las alícuotas las que se conocerán en los próximos días. En tanto, que los salarios mayores de $173 mil seguirán pagando como lo hacen hasta ahora.
El contexto
La idea es bien vista tanto por oficialistas como opositores, pero es imprescindible contextualizarla.
Actualmente existe un gasto público consolidado del sector público nacional y provincial del 40% del PBI. Este enorme gasto público debe financiarse con impuestos. Entre la lista de impuestos, Ganancias está entre los más progresivos. Es decir, si se quiere pensar en no afectar a las familias más humildes, este sería el último a tocar.
De acuerdo a estimaciones propias en base a EPH y el proyecto presentado, sólo el 16% de los ocupados y jubilados están alcanzados por el impuesto a las ganancias. Deducir cargas a dicha población, en un país con 47% de pobres (aclarar en pantalla: “EPH de Indec al 2do Trim. 2020”) es, como mínimo, cuestionable.
Por el contrario, impuestos como Aportes Personales, IVA, ingresos brutos provinciales y el mismo impuesto inflacionario afectan peor a pobres que a ricos (son regresivos).
Las propuestas
- No hay que tocar el impuesto a las ganancias.
- Hay que dar más progresividad al sistema impositivo, para ello hay que:
- Fijar un mínimo no imponible para Aportes Personales.
- Devolución de IVA a través de las tarjetas de débitos a los sectores vulnerables.
- Mantener la presión impositiva aumentando la cantidad de contribuyentes para disminuir las alícuotas de los impuestos. Para esto es central simplificar la estructura impositiva unificando impuestos y eliminando aquellos que desalientan la inversión, el empleo y alcanzan a las familias más vulnerables.





