Informe Nº: 23/02/2024
El paso dado por el Gobierno nacional de eliminar el FONID y los subsidios al boleto urbano van en la dirección correcta. Es más, se queda corto.
Por Jorge Colina, Presidente de IDESA
La eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y los subsidios al transporte urbano e interurbano de AMBA y las provincias del interior causan alto revuelo.
El FONID es una transferencia que desde la Nación se hace a las provincias para que éstas les den un complemento salarial a sus docentes equivalente al 9% del salario promedio. Cortar con este subsidio nacional significa que las provincias deberán pagar la totalidad del salario de sus docentes. Los recursos involucrados no son muchos.
Los subsidios al transporte urbano e interurbano nacieron en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) hace 20 años como compensación a las empresas de trenes y colectivos por el congelamiento del boleto en el AMBA que se impuso en el 2002.
Luego de 10 años, las provincias se quejaron de que el gobierno nacional esté subsidiando el boleto en el AMBA y en lugar de exigirle que deje de financiar con fondos nacionales el boleto del AMBA, pidieron que también se financie con fondos nacionales el boleto de colectivo en el interior del país.
En el 2023, los subsidios al transporte urbano alcanzaron a $485.000 millones lo que equivale a 1,5% del gasto total de las provincias. De nuevo, igual que el FONID, no es mucha plata en términos relativos.
Lo mejor es remitirse al reglamento de la República Argentina, que es, la Constitución Nacional.
En 1860, cuando se termina de formar la República Argentina, las provincias escriben en el artículo 5° de la Constitución Nacional el siguiente texto: “Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo republicano … que asegure su administración de justicia, su régimen municipal y la educación primaria.”
Esto significa que las provincias se reservaron para sí la administración de sus municipios y la educación. Lo que es lo mismo que decir que la administración municipal y la educación básica no es función del Estado nacional. Por lo tanto, según la Constitución Nacional, el FONID y los subsidios nacionales al boleto de colectivo nunca deberían haber existido. Porque los colectivos pertenecen al régimen municipal y la educación al régimen provincial.
El tema es que históricamente los funcionarios que asumen el Gobierno nacional pasan a confundir el federalismo con el unitarismo generoso.
El federalismo es lo que dice el artículo 5° de la Constitución Nacional cuando estipula que cada provincia administrará su sistema judicial, municipal y escolar. El Estado nacional debe ocuparse de las otras cosas que hacen a la organización nacional y que la Constitución le confiere, como son, la representación de las provincias en el exterior, una moneda estable, y la regulación y el desarrollo de infraestructura interprovincial.
El unitarismo generoso es distribuir dádivas desde el Estado nacional a las provincias y municipios para “ayudar” a hacer las tareas que las provincias se reservaron para sí cuando se creó la República.
En este sentido, el FONID es una “ayudita” que desde la Nación se le venía dando a las provincias para suplementar 9% del salario de los docentes provinciales y los subsidios al transporte otra “ayudita” para que los municipios se despreocupen del costo de mantener los colectivos y la gente no pague tan caro el boleto.
El FONID y los subsidios al transporte son sólo dos ejemplos de unitarismo generoso. Todos los Ministerios nacionales tienen programas nacionales de “ayudita” a las provincias y municipios para hacer política.
El Ministerio de Salud reparte medicamentos y paga parte de algunos salarios en centros de salud provinciales y municipales, el de Desarrollo Social reparte comida entre comedores ubicados en todo el país, el de Obras Públicas hace algunos cordones cunetas en algunos municipios, y el de Educación -además del FONID- tiene 6 programas nacionales más desde donde reparte pequeños arreglos en escuelas provinciales, algunos elementos educativos, algunos arreglos en jardines de infantes.
Se estima que el Estado nacional gasta casi 3% del PIB en programas nacionales de “ayudita” a las provincias y municipios.
El paso dado por el Gobierno nacional de eliminar el FONID y los subsidios al boleto urbano van en la dirección correcta. Es más, se queda corto. Hay que eliminar todos los programas nacionales que se entrometen (con la justificación de las “ayuditas”) en funciones que son estrictamente provinciales y municipales.
Pero este proceso de eliminación de programas nacionales debe ser hecho con planificación, con información a la sociedad y en concertación con las provincias. Hacerlo intempestivamente genera conflicto innecesario y la errónea percepción en la sociedad de que el Estado nacional se está desentendiendo de cosas que le corresponde hacer (“ayudar” a las provincias y municipios), cuando según la Constitución Nacional no le corresponde.
La eliminación de los programas nacionales es sólo un componente dentro de un ordenamiento más integral del Estado en sus tres niveles de gobierno. Hay que hacer un nuevo acuerdo entre el Estado nacional y las provincias para distribuir las fuentes tributarias entre niveles, a fin de eliminar la coparticipación, y ordenar funcionalmente a los tres niveles de gobierno dejando en claro cuáles son las funciones que debe atender cada nivel.
Fuente: el economista