Hogares monoparentales durante la pandemia - IDESA

Informe Nº: 30/06/2021

Hogares monoparentales durante la pandemia

La pandemia puso a prueba a madres y padres. El confinamiento y el cierre de las escuelas y centros de cuidados provoco que las tareas domésticas usuales se adiciona la ayuda escolar de los niños, así también el cuidado de personas internas o externas al hogar. Esto fue especialmente difícil para aquellos que forman familias monoparentales. Te explicamos por qué hacen falta más guarderías y modernizar el Estado.

¿Cómo son los hogares monoparentales?

En la mayoría de los casos, quienes crían solas a sus hijos son mujeres. Nos enfocaremos en ese 86% de hogares. El 80% de estas madres trabajan. Una tasa de ocupación alta, comparada con el resto de las madres con pareja, y que se asemeja más a la tasa de participación de padres con pareja.

¿Qué desafíos enfrentan? 

En estos hogares, la mujer se ve obligada a asumir el rol de proveedora. Pero comparado a padres con pareja, ocupan puestos menos calificados y de menor jerarquía. La prioridad pasa a ser proveer ingresos mes a mes como sea..

El 56% de las madres solteras que trabajan, cuenta con otro familiar para cuidar del niño. Sin embargo, ese familiar suele ser otro hijo mayor. El resto, para poder salir a trabajar depende fuertemente de la ayuda de alguna persona externa al hogar o de alguna institución de cuidado.

Pasando al 20% de las madres solteras que no trabajan, si bien tienen tiempo para criar a sus hijos, la cuestión económica se hace cuesta arriba. En el 19% de estos hogares, otra persona suele salir a trabajar (en especial, nuevamente, otro hijo mayor).

Por otra parte, el 76% de las madres solteras que no trabajan recibe ayuda en dinero del gobierno y el 59% recibe ayuda en dinero de personas que no viven en ese hogar (como cuotas alimentarias). Muchos de estas madres desistieron de buscar empleo porque no tienen con quien dejar a sus hijos.

¿Qué hacer?

Las madres solteras ya tienen una gran carga sobre ellas. Ya son vulnerables; ya están en riesgo. Y luego se añade todo este componente de estar aisladas, y no tener la comunidad en la que normalmente se confía. ¿Qué se puede hacer?

Para quienes no trabajan, mejorar la focalización de la ayuda social, porque se trata de un sector muy vulnerable de la sociedad (la tasa de pobreza llega al 96% de estos hogares). Sin embargo, por no tener sistemas de registro de información modernos, los Estados no pueden identificar correctamente a las personas que crían solas a sus hijos. Es imperativo modernizar para poder llegar a ellas.

Por otro lado, para quienes trabajan, es necesario generalizar los servicios de instituciones de cuidados como jardines maternales y guarderías. También es importante que el cierre de escuelas no sea utilizado como primer recurso y que se sopesen estos costos a la hora de cerrar.

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