Las calificadoras señalan que Argentina perdió la soberanía de emitir pesos - IDESA

Informe Nº: 25/11/2022

Las calificadoras señalan que Argentina perdió la soberanía de emitir pesos

El Banco Central se está convirtiendo en un bombero que, en lugar de agua, va a arrojar nafta -contra su voluntad, obviamente-. Esto es lo que generó el miedo en las calificadoras de riesgo internacionales bajándole la nota a la deuda soberana argentina en pesos.

Desde setiembre que la demanda de dinero por parte del público no está creciendo

Por Jorge Colina, Presidente de IDESA

Empieza a notarse cierta inquietud porque los dólares paralelos pasaron la barrera de los $300 y naturalmente emerge la pregunta de a cuánto terminará en diciembre del 2022. ¿Vendrá un verano movidito o será tranquilo?

Lo primero que hay que tener presente es que el dólar paralelo a $300 está barato. Ajustando por lo que va de inflación en el 2022, el año comenzó con un dólar paralelo que hoy sería de $370. Fue disminuyendo en términos reales hasta llegar a un nivel de $290 en junio. Allí vino la crisis de financiamiento del Tesoro, que no pudo renovar la totalidad de la deuda que debía renovar, tuvo que ser asistido por el Banco Central y el dólar paralelo volvió a ponerse en $370 a precios actuales.

Luego vino el ministro Sergio Massa con una señal concreta de que el Banco Central no le iba a mandar más plata al Tesoro hasta fin de año (cosa que hasta ahora viene cumpliendo), pateó hacia junio del año que viene los vencimientos pesados que tenía en agosto y setiembre con los bonos duales (pagan tasa de interés o dólar oficial, lo que sea mayor) y adelantó la liquidación de exportaciones de soja en US$ 5.000 millones.

Así las cosas, el ministro tiene un forcep (dieta estricta con el Banco Central, sin haber bajado el déficit fiscal) y hasta ahora vivió de prestado adelantando acreencias y posponiendo obligaciones.  De aquí que la pregunta sea cómo sigue esto.

Aquí, lo central, es que el Tesoro pueda renovar su deuda en pesos. 

Si no logra renovar la totalidad de la deuda y el Banco Central tiene que salir en su auxilio puede suceder lo que sucedió en junio. Con lo cual, que el dólar paralelo se coloque cerca de $370, que es el nivel real que tenía en julio, sería esperable, sin que esto implique un agravamiento de la crisis. Es simplemente que la crisis sigue su derrotero. El dólar tendría el mismo nivel real que en diciembre 2021 y en julio 2022 lo cual se explica por el hecho de que en estos tres meses (de agosto a hoy) lo único que se hizo fue comprar tiempo, no ir al meollo del problema que es el desorden estructural del sector público.

Obviamente que no tranquiliza a nadie que el dólar paralelo pegue este salto. Sin embargo, un escenario para nada dramático podría ser que el dólar paralelo termine noviembre en $330 y con un aumento del 10% en diciembre se coloca en cerca de $370 y tendría igual nivel que hace un año atrás. En otras palabras, un dólar a $370 en diciembre no debería causar inquietud. Es simplemente el sendero que la inflación le impone a los precios de la economía donde el dólar paralelo es uno más.

Las variables monetarias

Lo que sí es para tener especialmente en cuenta es que desde setiembre que la demanda de dinero por parte del público no está creciendo. O sea, todo lo que es stock de billetes en los bolsillos de la gente, dinero en cuentas corrientes y en cajas de ahorro (el homebanking) está estancado, cuando hay inflación del 6% mensual. Sería de esperar que el dinero líquido en manos de la gente crezca por lo menos con la inflación. Una conjetura puede ser que la gente está usando bastante más las billeteras virtuales y allí tiene stockeado el aumento de la demanda de dinero. Puede ser.

De todas formas, hay otro dato acompañante y es que las Leliq y los plazos fijos privados vienen creciendo desde setiembre a tasas de 3 dígitos anual, cuando la inflación todavía es de 2 dígitos. Además, sólo por el concepto de intereses, las Leliq crecen automáticamente un 5% por mes, con lo cual hay muy poco espacio como para que pueda absorber emisión monetaria, sin exacerbar la inflación que está en el 6% – 7% mensual.

Entonces, si la demanda de dinero por parte de la gente está estancada y las Leliq no pueden absorber emisión excedente, sin exacerbar la inflación, el escenario para el año que viene es cada vez más complicado.

En otras palabras, si el Tesoro tiene problemas de financiamiento y el Banco Central debe auxiliarlo, como lo hizo en junio, bueno, posiblemente los dólares paralelos terminen el 2022 en $370 lo cual no sería -como se dijo al principio- un escenario catastrófico. Sería el curso natural del dólar paralelo por efecto de la inflación.

Lo que sí es más preocupante es pensar en el año que viene con las Leliq agotadas en su capacidad de absorber emisión monetaria, sin exacerbar la inflación. El Banco Central se está convirtiendo en un bombero que, en lugar de agua, va a arrojar nafta -contra su voluntad, obviamente-.

Esto es lo que generó el miedo en las calificadoras de riesgo internacionales bajándole la nota a la deuda soberana argentina en pesos. Dicho de otra manera, si Argentina tiene menos posibilidades de emitir pesos, sin hacerse daño, significa que está perdiendo la soberanía de emitir pesos.

En conclusión, cada vez queda menos margen para seguir eludiendo un ordenamiento integral del Estado que le devuelva estabilidad al peso. Lo más frustrante es que ni siquiera se habla de esto, como si no fuera lo más importante.

Fuente: El Economista

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