Previsión Social
Un paso adelante en racionalizar el sistema impositivo es la eliminación de los impuestos a los Bienes Personales y a la Ganancia Mínima Presunta. Son impuestos de muy baja recaudación que se superponen con los que cobran las provincias y los municipios, e imponen innecesaria complejidad administrativa a los contribuyentes. Pero, por lejos, el desafío más importante y complejo es lograr que en un futuro no lejano se logre acordar las reformas al sistema previsional que garanticen su sustentabilidad.
VERActualizar las jubilaciones perjudicadas por la insuficiente movilidad sufrida entre los años 2002 y el 2006 va en la dirección correcta. Subsana una injusticia y cancela un enorme pasivo que la administración anterior no registró. También es positivo crear una pensión no contributiva que reemplace a las arcaicas moratorias. El proyecto debería también contemplar el abordaje de las deudas que tiene la ANSES con las provincias y mecanismos para que la reforma previsional no se postergue.
VERA través de un decreto de necesidad y urgencia el gobierno generalizó el fallo de la Corte suspendiendo la derivación del 15% de la masa coparticipable con destino a la ANSES. Haberse apropiado indebidamente de esos fondos durante una década y arrebatadamente suspender la derivación antes de dejar el poder es una conducta mendaz. De todas formas, dado que esos recursos no eran utilizados para pagar jubilaciones, el tardío fallo y el decreto pueden ser la oportunidad para dar más racionalidad, profesionalismo y ética al manejo del sistema previsional.
VERLos cambios experimentados en el sistema previsional en la última década aumentaron la cobertura previsional sobre la base de agravar desequilibrios de mediano plazo. La alta litigiosidad asociada a la manipulación de la movilidad y la derivación de los recursos previsionales estatizados para financiar el déficit del sector público comprometen severamente el futuro de la previsión social en Argentina. En este número de Empleo y Desarrollo Social se presenta un análisis de los cambios ocurridos y se hacen propuestas de reforma para restablecer la equidad y la sustentabilidad del sistema.
>Las moratorias previsionales son el mejor ejemplo de políticas públicas bien intencionadas que fracasan por el diseño muy rudimentario. Distribuir indiscriminadamente jubilaciones a personas que no realizaron aportes no resuelve el problema social que se pretende atacar y genera una enorme hipoteca en el sistema previsional. El gobierno reconoció este error cometido con las moratorias anteriores al anunciar la nueva moratoria, de todas formas el mecanismo sigue siendo muy deficiente.
VERLa carencia de viviendas es un problema severo que perjudica la calidad de vida de muchos hogares. Esto explica las expectativas que genera el plan PROCREAR otorgando préstamos subsidiados con recursos previsionales a algunas familias elegidas por sorteo. Además de parcial e inequitativo, el plan acelera la aparición de una próxima crisis previsional como ya ocurrió con iniciativas similares en el pasado. Una solución genuina requiere eliminar la inflación para que se genere un mercado privado de créditos a largo plazo.
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