Informe Nº: 18/03/2022
El actual esquema de subsidios nacionales a los servicios públicos tiene diferentes fallas.
Si nos centramos en el subsidio al transporte urbano los problemas son:
En primer lugar, de índole geográfico, ya que existen fuertes desigualdades entre las provincias beneficiando en mayor medida a la población del AMBA antes que a jurisdicciones de menor ingreso, como, por ejemplo, las ubicadas en el Noroeste argentino. Principalmente porque los subsidios van directamente a empresas nacionales que brindan los servicios solo en esa área, y segundo porque las ayudas que van al resto de las provincias no son claras ni transparentes sino totalmente discrecionales.
En segundo lugar, de índole social, ya que la mayoría de los subsidios al transporte están orientados a la oferta y no a la demanda provocando que el beneficio no sea equitativo, ni se focalice para quien lo necesita realmente sino para todas aquellas personas que utilizan el transporte público
En tercer lugar, económico, Argentina tiene graves problemas de déficit fiscal y dichos problemas están ocasionados principalmente por gastar más de los ingresos que Argentina tiene. Si se observa los datos de los diferentes tipos de subsidios. En 2021, según ASAP y el Ministerio de Economía, el déficit fue de 3% del PBI. Un monto similar al que representan los subsidios económicos (3,4%).
En consecuencia, subsidiar los servicios públicos se vuelve muy complejo e Idesa propone: