Hay que unificar Monotributo con Ganancias en un único "income tax", en lugar de más de lo mismo - IDESA

Informe Nº: 31/05/2024

Hay que unificar Monotributo con Ganancias en un único “income tax”, en lugar de más de lo mismo

La reforma tributaria libertaria no innova en nada. Lo único que hace es modificar los parámetros de los tres impuestos para aliviar algo la presión fiscal y aumentarla algo a los salarios entre $1 y $3 millones, que habían sido beneficiados con la ley promovida por Massa.

De un gobierno que se auto-titula revolucionario, se esperaba bastante más.

Por Jorge Colina, Presidente de IDESA

Esta pronta a salir la reforma tributaria libertaria. Será buena noticia para el gobierno haber aprobado una ley sin mayoría en ambas cámaras.

Ahora cabe hacer una reflexión sobre el contenido de la reforma tributaria libertaria.

La verdad que de un gobierno que se auto-titula revolucionario, se esperaba bastante más. Máxime cuando el presidente y varios de su equipo son eximios economistas.

La reforma es más de lo mismo en dos importantes aspectos: el Monotributo y el impuesto a las Ganancias de las personas humanas.

El Monotributo es un adefesio que nació a mediados de los ’90 cuando no había herramientas electrónicas de facturación. En aquella época se facturaba a papel con carbónico. Pero como se quería para los pequeños contribuyentes que los impuestos se unifiquen en uno solo, para que sea simple, se establecieron categorías (de la A a la K) con cuotas de monto fijo crecientes por categoría. Esto terminó haciendo que las cuotas de Monotributo para las categorías bajas sean “saladas” pero para las altas un “regalo”.

Pero lo peor de todo es que está desarticulado con el impuesto a las Ganancias. Porque el paso de Monotributo a Ganancias de autónomos hace que del “regalo” que son las cuotas del Monotributo en las categorías altas se pase a la “guillotina” del impuesto a las Ganancias para los autónomos. Por eso, los monotributistas de categorías altas son muy cuidadoso de no cometer la imprudencia (o, más bien, el sacrilegio) de pasarse en la facturación del tope de Monotributo para caer en Ganancias de autónomos. 

“Enanismo fiscal”, le llaman los expertos.

Pero hay cosas peores todavía. El impuesto a las Ganancias de las personas humanas hace una gran diferencia entre el trabajador autónomo y el asalariado. Al autónomo le aplica la “guillotina” por lo bajo que son los mínimos no imponibles, mientras que con el asalariado es más generoso con mínimos no imponibles mucho más altos. 

Esto es producto de que los asalariados registrados tienen sindicatos que van a la lucha de clases contra Ganancias, mientras que los autónomos están solos en el mundo. Tampoco ayuda que los jueces no paguen Ganancias porque hace que desconozcan el sufrimiento de sus colegas abogados en el ejercicio liberal de la profesión pagando Ganancias.

La cuestión es que la clase media tiene tres impuestos a los ingresos: el Monotributo donde paga nada; el impuesto a las Ganancias de los asalariados donde empieza a pagar a altos salarios y el impuesto a las Ganancias de los autónomos donde lo matan.

La reforma tributaria libertaria

La reforma no innova en nada. Lo único que hace es modificar los parámetros de los tres impuestos para aliviar en algo la presión fiscal y aumentarla en algo a los salarios entre $1 y $3 millones que habían sido beneficiados con una muy distorsiva ley promovida por Sergio Massa en las elecciones pasadas. Literalmente es más de lo mismo.

¿Qué se podría haber hecho?

Un cambio disruptivo que hubiera normalizado el impuesto a los ingresos de las personas en consonancia con los diseños que usan los países desarrollado es crear un Income Tax. Un impuesto a los ingresos cuya alícuota sube con la facturación, pero -lo más importante- es igual para cual tipo de inserción laboral: asalariado, cuentapropista, rentista y jubilado.

Se pasó por alto que el Monotributo no factura más en papel. Entonces, no hacen falta más las categorías que facilitan las cuotas fijas. La facturación ahora se hace de manera digital en el sitio de AFIP. Con lo cual, ahora se podría hacer que la AFIP le facture el Income Tax a cada persona cuando emite una factura de venta u honorarios. Es más, la alícuota puede ser creciente con el nivel de facturación ya que el sitio digital de AFIP va registrando el acumulado de la facturación de cada persona en lo que va del año. Al mes siguiente, el contribuyente paga por Homebanking o débito automático el Income Tax facturado por la AFIP el mes anterior.

Sería un único sistema donde todo el mundo paga el Income Tax. Desde la persona de baja facturación (que lo haría a una alícuota muy baja, digamos 1% o 2%) hasta la persona que factura mucho monto (que lo haría con una alícuota marginal alta, digamos el actual 35%). En el medio la alícuota marginal va subiendo a medida que sube la facturación.

Un sistema mucho más simple que, seguro, recaudaría más que la suma del Monotributo con el impuesto a las Ganancias de las personas humanas actuales.

¿… y los deducibles por cónyuges e hijos? Fácil. Desaparecen.

La persona paga el Income Tax puro a la AFIP y luego recibe desde ANSES la asignación familiar por cada hijo que tenga. Chau.

La regla debe ser: AFIP cobra el Income Tax, ANSES paga el beneficio familiar.

Hoy AFIP no reconoce los hijos en el Monotributo, pero sí los reconoce en el impuesto a las Ganancias. Claro, pero tenés que contratar un contador que te haga la liquidación de Ganancias para que te lo reconozca, con lo que se te va lo que se te reconoció por el hijo en Ganancias y un poco más. Sería más bien un “deducible por pago de contador”. Luego, ANSES te paga la asignación familiar. Peor “chino” que esto no puede haber. 

Pero no innovamos. Insistimos con más de lo mismo.

Fuente: el economista

 

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