Informes Nacionales
Los datos oficiales de diciembre señalan que la recaudación impositiva sigue creciendo a tasas muy altas. Sin embargo, corrigiéndolos por inflación, se observa que el ritmo es inferior al de la expansión económica. Esto evidencia crecientes dificultades para seguir aumentando la presión tributaria y, con ello, la imperiosa necesidad de moderar el crecimiento del gasto público. El gobierno muestra reacciones consistentes con esta realidad, pero la gravedad del problema demanda acciones más intensas y equitativas que las anunciadas hasta ahora.
VERLa metodología utilizada para sancionar el complejo y discutible paquete de leyes elevado por el Poder Ejecutivo al Congreso puso en evidencia el método de gestión política basado en la imposición. Tanto es así que en la aprobación del Presupuesto 2012 la mayoría de los diputados y senadores terminaron votando en contra de sus propias provincias al dejar en el Gobierno central tres cuartas partes de los recursos tributarios. Esto no sólo sirve para el sometimiento político de gobernadores e intendentes sino que opera como un poderoso factor de despilfarro y atraso social.
VERLa generación de empleos formales opera como un poderoso factor de movilidad social. La evolución de los últimos años muestra una fuerte creación de empleos “en blanco” gracias a que las empresas compensaban los costos espurios que provocan muchas regulaciones laborales pagando salarios reales “licuados” por la devaluación del año 2002. Pero apenas el salario real recuperó su nivel anterior a la crisis, la compensación dejó de ser posible y se aletargó la reducción de la informalidad. Por eso, y ante la posible reversión del “viento de cola” internacional, aumenta la urgencia y la prioridad de revisar las regulaciones laborales.
VEREl rasgo más destacado del nuevo gabinete es la continuidad. Sin embargo, los desafíos que se avizoran hacia el futuro son significativamente diferentes. Un dato objetivo que sugiere la importancia de los cambios de escenarios que se avecinan para la segunda gestión de gobierno es el profundo deterioro de las cuentas públicas. Salvo que se apele a algún otro tipo de apropiación –como ocurrió con los ahorros previsionales y las reservas del Banco Central– se impone un profundo replanteo en la organización y el funcionamiento del sector público argentino.
VEREn el marco de los embates sobre el dólar, la fuga de capitales y el alto déficit fiscal, el aumento en la recaudación impositiva es presentado como una señal alentadora. Sin embargo, resulta ser más un síntoma de debilidad que de fortaleza, ya que una alta proporción de los ingresos tributarios proviene de impuestos sobre las exportaciones y las importaciones los cuales están disminuyendo en términos relativos. Este es otro punto de vulnerabilidad fiscal que se potencia en el contexto de las inestabilidades de la economía mundial.
VERLa eliminación de los subsidios a empresas públicas y privadas es tan necesaria como urgente. Desde el año 2009 el sector público nacional está en déficit, aun cuando se apeló a una batería de confiscaciones como la negación de la movilidad previsional, la vuelta al reparto, la estatización de los ahorros previsionales y la elevación de las rentas del Banco Central con alta inflación. En este marco, pedir a la población de mayores ingresos que renuncie voluntariamente a los subsidios desnuda una debilidad extrema en la gestión pública. En los países bien organizados, el Estado estipula tarifas de servicios públicos consistentes con sus costos y los hogares pobres son subsidiados a través de tarifas sociales.
VERLa presión compradora de dólares es un fenómeno previsible dado el crecimiento de precios y salarios muy por encima de los aumentos en el valor de la divisa norteamericana. Esta dinámica lleva a que mucha gente comience a tener la premonición de que futuras devaluaciones son inminentes, sembrando incertidumbre sobre el futuro económico. Imponer barreras administrativas y legales sobre la compra de dólares desnaturaliza el objetivo declarado de combatir la economía informal y, lo peor, es una estrategia condenada al fracaso.
VERLa decisión del Gobierno de desarticular los subsidios de varios servicios públicos junto con el establecimiento de un mecanismo de diferenciación tarifaria según los niveles de ingresos de las familias va en el sentido correcto. Pero para dar equidad y legitimidad al esfuerzo que implica este ajuste, es imprescindible avanzar en la inmediata eliminación de los subsidios a empresas públicas que no cumplen ningún rol estratégico. Por ejemplo, eliminando los subsidios a tres de estas empresas públicas se podría más que duplicar la Asignación Universal por Hijo.
VERLa maternidad temprana, fundamentalmente entre los hogares pobres, impide el desarrollo social con equidad. En general, es un fenómeno que induce a una temprana deserción escolar de las jóvenes condicionando, por lo tanto, las futuras posibilidades de una inserción laboral de calidad. El desarrollo social requiere niveles educativos elevados y homogéneamente distribuidos entre géneros y estratos sociales, por eso resulta de importancia estratégica instrumentar, con sentido práctico y sin hipocresías, políticas de familia y maternidad.
VERLos resultados de la cumbre de Jefes de Estado de la Unión Europea fueron tomados con alivio y optimismo. Sin embargo, para Grecia implica declarar el default y comprometer enormes sacrificios. Por ejemplo, para garantizar el pago de la deuda pública se obliga a destinar los futuros ingresos de un megaproyecto de producción de energía solar. Mientras tanto se sigue difiriendo la solución al problema de fondo, que es la incoherencia de aspiraciones de consumo muy superiores a sus bajos niveles de productividad.
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