Nación
Desde la crisis del 2002, la Nación viene destinando una importante cantidad de recursos a planes alimentarios, sin resultados positivos. El Plan Argentina Contra el Hambre no presenta elementos originales. Por eso tiene el fracaso asegurado más allá de los réditos políticos que puedan capitalizar sus ejecutores. (más…)
VEREl gobierno propuso reducir la coparticipación para la Ciudad de Buenos Aires y restablecer los subsidios nacionales para los servicios públicos en esa jurisdicción. Esta contradicción es la consecuencia de seguir posponiendo un debate transparente sobre la coparticipación que le dé equidad y eficiencia al federalismo. (más…)
VERLa Corte Suprema cuestionó los decretos a través de los cuales el gobierno nacional dispuso reducir IVA a alimentos, Ganancias y Monotributo. Resulta pertinente el rechazo a esta inconsulta afectación de ingresos de las provincias, pero demagógica e incoherente la manera en que la Corte Suprema lo instrumentó. (más…)
VERAunque se siguieron aumentando los impuestos, la recaudación apenas creció al ritmo de la inflación. Como el incremento de impuestos no alcanzó para financiar el aumento del gasto público, con decretos de necesidad y urgencia se apeló a los fondos de la ANSES y el Banco Central. Esto refleja un serio desequilibrio de las cuentas públicas, pero también un grave deterioro institucional ya que parte importante de estos recursos se dilapidan en clientelismo con planes sociales y empleo público, subsidios a empresas públicas y privadas, propaganda oficial y discrecionalidad en las transferencias para someter a gobernadores e intendentes.
VERLa metodología utilizada para sancionar el complejo y discutible paquete de leyes elevado por el Poder Ejecutivo al Congreso puso en evidencia el método de gestión política basado en la imposición. Tanto es así que en la aprobación del Presupuesto 2012 la mayoría de los diputados y senadores terminaron votando en contra de sus propias provincias al dejar en el Gobierno central tres cuartas partes de los recursos tributarios. Esto no sólo sirve para el sometimiento político de gobernadores e intendentes sino que opera como un poderoso factor de despilfarro y atraso social.
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